NENIS, un rostro del empoderamiento femenino

2022-02-21

Algo que nos define a las mujeres, es que indudablemente ante cualquier circunstancia nos sobreponemos, tenemos una fuerza interior tremenda que providencialmente nos lleva a hacer mucho con poco, a construir incluso en tiempos adversos. Y si a tiempos adversos hay que referirse, en estos momentos está la pandemia COVID-19, la cual ha traído consecuencias muy graves como la pérdida de empleos en México y en el mundo entero.

Tales afectaciones han sido más fuertes entre el género femenino; se habla que en nuestro país se perdieron alrededor de 12 millones de empleos como consecuencia de la emergencia sanitaria. En esta circunstancia, los emprendimientos de todo tipo se han posicionado como una gran opción para el mejoramiento de la calidad de vida de las familias. En este contexto surgen las llamadas “Nenis”, cuya reciente participación en las actividades económicas les ha permitido ser productivas, logrando con ello su independencia económica y superación personal; esto representa una aportación significativa al empoderamiento femenino. 

Estas Nuevas Emprendedoras de Negocios por Internet, como las ha llamado Mireya Hernández, catedrática de la Universidad nacional Autónoma de México, se han convertido en un grupo social relativamente nuevo que ha servido de inspiración para el emprendimiento por parte de las mujeres y es un ejemplo claro de expresión del feminismo; una concepción muy lejana de la expresión peyorativa que proviene de nena, a la cual se le atribuyó una carga negativa, clasista y misógina.

Las Nenis han establecido su modelo de negocio valiéndose de las redes sociales. Aunque este fenómeno no es exclusivo de nuestro país, es en México donde surge y se populariza este neologismo de denominación. Twitter fue la plataforma que hizo viral el concepto: alguien que vende por redes sociales y a todos sus clientes les comenta con las palabras “bella”, “hermosa”, “linda”, “nena”, etc. Es entonces que el concepto toma un vuelco y se usa para la revalorización de todas las mujeres que aportan económicamente a sus casas a través del microemprendimiento.

Esta evolución de las ventas por catálogo minorista, ha tenido un enorme crecimiento en nuestro país, el uso generalizado de las redes sociales y la necesidad de generar ingresos han ayudado a esta enorme expansión; se calcula que, en el año 2020, existían cerca de 5 millones de microemprendedoras en México, las cuales generaban alrededor de 10 millones de pesos diarios. A nivel global, más de 20 millones de mujeres comercializan algún tipo de producto o servicio por Facebook, Instagram, WhatsApp y Twitter. (Estafeta, 2020).

Con todo lo anterior, nos podemos dar cuenta de la importancia económica, familiar y social que representa este grupo de mujeres para nuestra sociedad. A partir de su incursión en las actividades comerciales, se han producido consecuencias y modificaciones en las dinámicas de pareja. Se habla que la mayoría de las micro emprendedoras tiene entre 30 y 50 años, casi la mitad son casadas y más de 80% tiene uno o dos dependientes económicos; 10% de ellas tiene menos de 30 años y 20%, más de 50. El 67% tiene pareja, 14% es divorciada o viuda y 19% es soltera. 82% del total, se encuentra en la informalidad. (Malacara, 2021)

Las mujeres siempre han sido una parte fundamental de la economía, aunque este trabajo no siempre ha sido valorado en su real dimensión. De unos años a la fecha, los movimientos feministas y la visibilidad de las dinámicas desiguales, han logrado cambios importantes en el papel de la mujer en la sociedad. Actualmente existe un mayor posicionamiento en el espacio público, derribando parte de la estructura patriarcal que en algún momento impedía o limitaba a las mujeres para laborar, estudiar y superarse personalmente. 

Esta independencia financiera y la expansión de las fronteras de su entorno han ido dotando a estas Emprendedoras Digitales de nuevos paradigmas respecto a su rol dentro de la familia. Como menciona Karime Aguilar, en el blog Igualdad de Género UNAM, “esta actividad ha roto con las barreras de la desigualdad que por años ha atentado contra las mujeres, no solo en el aspecto económico, sino también en la participación en todos los ámbitos de la sociedad”. En este sentido, sus emprendimientos producto de la autogestión resultan directamente proporcionales a su valoración personal. 

La posibilidad de revertir las desigualdades de género mediante procesos de empoderamiento está relacionada con la oportunidad de obtener ingresos propios por medio de una actividad remunerada. Estas demostraciones de capacidad generadora pueden convertirse en base del crecimiento económico de las mujeres, las cuales tendrán mayores aptitudes para tomar decisiones significativas y trascendentes a nivel personal y de pareja. Las Nenis, sin lugar a duda, forman parte de esta vanguardia que busca cambiar el estatus quo.

Es un hecho que en países con fuerte arraigo patriarcal, las mujeres continúan sufriendo violencia física, psicológica, sexual y económica por parte de la sociedad y sus familias. Sin embargo, cada vez, la participación de la mujer en la economía está siendo más relevante, lo que las ha dotado del autoconocimiento suficiente para establecer límites claros y no permitir esta clase de abusos. Es de esperarse que estos avances eliminen las diferencias culturales, equiparando la importancia de los roles de mujeres y hombres. Bajo esta perspectiva de simetría, la vida en pareja se dota de recursos de equidad y equilibrio que modifican y enriquecen las dinámicas familiares y por supuesto la dinámica social relacionada con la igualdad.